jueves, 12 de abril de 2012

Pablo Ramos Rodríguez 2C En busca del tesoro

A mi tío le costó encontrar el punto exacto donde había naufragado el barco. Para ello, contrató a un grupo de personas para que lo ayudaran a  encontrar el naufragio.
Tardaron varios días, e incluso, semanas en encontrar el barco, pero después de una agotadora búsqueda, lo encontraron. Este, era muy grande y estaba deteriorado. Mi tío y el yanqui empezaron a buscar el tesoro. Cuando lo encontraron se sorprendieron porque era de oro y además, grande. Lo intentaron abrir, pero la llave que les dio un marino en el puerto no encajaba en la cerradura, era muy pequeña.
Volvieron a puerto y mi tío fue preguntando a varias personas sobre el naufragio pero nadie sabía nada y un anciano al que pregunto, le dijo que fuese a ver al farero. Cuando llegó, el farero le dijo que ese no era el naufragio del tesoro. Este le dio las coordenadas exactas del naufragio.
Mi tío, el yanqui y el equipo de personas de la búsqueda pusieron rumbo a la isla "Tailand" en busca del tesoro del "Lorelain".
Llegaron a la isla, y, esta vez, lo encontraron en 10 minutos.
Se quedaron absortos ante aquel majestuoso barco Irlandés.
Al adentrarse en el interior, tenían que tener cuidado porque la madera del casco estaba húmeda y se rompía con facilidad. Buscaron y buscaron y al final, en el camarote del "Sr. Pargo" encontraron finalmente el tesoro. La llave coincidía con la cerradura. Mi tío repartió los lingotes de oro entre las personas que lo ayudaron a buscar el tesoro y el yanqui.
Cada uno se quedó con su parte del tesoro, ninguno con las manos vacías.

1 comentario:

Damián H. Estévez dijo...

Nota: 9. tuve que corregir uno o dos errores de acentuación.