jueves, 12 de abril de 2012

Dácil Hernández García 2ºC A la busca del tesoro

Cuando volvió al lugar del naufragio encontró el tesoro pero no llegó a Inglaterra  porque se desvió de su rumbo al ser golpeado por un barco. Entonces llegó a Filipinas  y allí el hombre que había mandado ese barco reconoció el tesoro, el hombre le contó todo lo que había pasado con el dinero y los lingotes de plata. Cuando se lo contó no le creyó  y lo encerró, después a los dos años se lo volvió a preguntar y esta vez  si le creyó.
Al final le dijo que si le daba todo lo que recogió no le pasaría nada, pero si se negaba a entregarlo lo expulsaría de  Filipinas y no podría volver a entrar. El rey pensaba que se negaría a devolverlo pero mi tío abuelo se lo entregó y por eso el rey le dio un parte del dinero que le dio para vivir toda la vida con su familia y cuando el rey murió, como no tenía hijos, decidió que él ocupara su puesto y por eso mi tío es conocido en Filipinas.

1 comentario:

Damián H. Estévez dijo...

Nota: 6 La historia es un poco confusa.