lunes, 21 de mayo de 2012

Irene Pérez Expósito 2º A Los Hoteles


Para comenzar, voy a hablar de los hoteles, establecimientos públicos donde se ofrece alojamiento y comida a los respectivos clientes.

En primer lugar, hay distintos tipos de hoteles: rústicos, de montaña, gastronómicos, deportivos, albergues, etc. Normalmente se clasifican en categorías según el posicionamiento, la comodidad y el nivel de servicios que proporcionan.  Según el país pueden encontrarse numerosas categorías con diferentes símbolos como diamantes, letras y estrellas.  El mínimo de estrellas es cero y el máximo cinco.
Ante todo, los hoteles ofrecen  un sinfín de instalaciones, como piscinas, salas de juego, campos de minigolf,  discotecas, restaurantes, tiendas, spas, parques…
De todas, la más entretenida es, sin duda alguna, la piscina. En ella puedes refrescarte, jugar a waterpolo y hacer infinidad de ejercicios acuáticos. Los monitores te animan a realizar bailes y ponen música de lo más variopinta.
Por otra parte, en las salas recreativas se puede aprender muchísimos juegos, desde el billar hasta el tenis de mesa.
Los dormitorios suelen estar bastante completos. Por ejemplo, en los aseos cuentas con objetos totalmente gratuitos como peines, gorros de ducha, jabones, cepillos con pasta dentífrica y costureras.
Aún así, lo mejor de todo son los momentos en los que conoces gente o te diviertes con la ya conocida.
 En pocas palabras, los hoteles son lugares geniales para pasar algunos días, ya sea con los amigos o con la familia, porque ¿qué es mejor que vivir un tiempo libre de tediosas preocupaciones, estando junto a los seres más queridos?

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