lunes, 6 de febrero de 2012

Pablo Palomar Concepción 2ºA La isla del tesoro



El miedo nos pudo y tuvimos que salir de allí a toda prisa. Caminamos sin rumbo durante un buen rato. La oscuridad cada vez se iba haciendo más profunda. Decidimos acampar en un terreno alejado de los árboles. Encendimos una hoguera y el cansancio nos adormiló.
De repente, en medio del silencio aterrador, la voz volvió a retumbar en nuestros oídos:
"...Quince hombres sobre el baúl del muerto...
¡Yujujú, y una botella de ron!..."
Me desperté sobresaltado, como todos los que tenía a mi lado. Intentamos intuir de donde venía esa voz. Vimos una pequeña silueta entre la oscuridad.
-¡Por las barbas de Neptuno! Es el esqueleto -gritó Silver.
La silueta se nos acercaba a una velocidad increíble. Todos estábamos aterrados menos Merry.
- ¡Argh! Ya estoy harto de esta maldita isla -gritó.
Cogió su alfanje, se acercó al esqueleto y, en un abrir y cerrar de ojos, lo dejó tumbado en el suelo. Todos los huesos quedaron esparcidos. Nos quedamos impresionados, pero a la vez aliviados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 10