Me encontraba tumbado en la arena,
oyendo el ruido de las olas.
Aquella playa me traía paz
y recuerdos de mi vida.
Seguía en la playa de ¨El Medano¨
viendo aparecer el amanecer soleado.
El inmenso Sol alzó el vuelo,
poco a poco, sin prisas
alzó el vuelo,
como un sonido largo
para mis oídos cerrados,
para ver como moría en las olas
que iban y venían sin prisas.
Vi la arena rojiza y el sol dorado.
¡Ay, qué bello ese mar bravo!
¡Ay, qué poco a poco sin prisas
va recorriendo lentamente mi cuerpo
hasta llegar a mi alma!
FDO: Raúl Siles Glez.
1 comentario:
He tenido que hacer algunos cambios en la puntuación y la ortografía. Me gusta mucho este poema. Nota: 9
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