Eran un sonido muy relajante
Las palabras del mar, aquella
Preciosa mañana de verano.
Las nubes, al son de la música del mar,
Se movían con alegría, hacia el este
Del majestuoso mar Atlántico.
Entre la arena suave de la playa,
Caminan unos pequeños y rojizos
Cangrejos ermitaños, con sus casas a cuestas.
Para mi sensible oído,
Para mi alma feliz,
Este es el más maravilloso
Sonido que se puede describir.
1 comentario:
Buen poema
Nota 9
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