domingo, 11 de diciembre de 2011

Irene Pérez Expósito 2ºA Poema al amanecer

Era un sonido suave y agradable
el aleteo de los pájaros al volar.
La luna se había ocultado, dejando paso al sol,
que se alzaba en el horizonte cual inmenso farol.

Levantaron el vuelo aquellas golondrinas,
que nítidas se veían desde la colina.
Con su enorme aureola luminosa,
el sol creaba una obra fabulosa.

Para mis oscuros ojos asombrados,
para mi pálida mano helada,
para mi dulce corazón enamorado,

para mi gran sonrisa dibujada,
¡el sol dorado, el sol callado,
el sol, el sol y mi alma afortunada!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 9