domingo, 16 de octubre de 2011

Irene Pérez Expósito 2º A "Descripción literaria de un lugar"


Cuando te tumbas al mediodía, sientes la cálida arena debajo. 
Se percibe un sonido muy relajante del mar rompiendo contra la orilla.
En ocasiones, al alzar tu cabeza puedes observar algunas aves planeando en el cielo. 
Los amantes del deporte pueden ejercitarse jugando con las raquetas, a voleibol o incluso a fútbol. 
Otros llevan un libro y devoran sus hojas enfrascados en su lectura sin percatarse de lo que sucede a su alrededor. 
Si el sol te calienta excesivamente, solo debes levantarte y caminar para que el agua te vaya refrescando hasta que sientes que tu cuerpo vuelve a querer el calor anterior.
A veces, algunos pececillos nadan a tu alrededor sin saber muy bien a dónde dirigirse, como si estuviesen perdidos.
Pero, si además de los rayos solares te llega una ligera brisa, solo debes cerrar los ojos y que ésta te dé en la cara al mismo tiempo que caes en los brazos de Morfeo, dios de los sueños en la mitología griega.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota 9