El yanqui y mi tío se repartieron el dinero, y a cada uno le tocaron apenas mil duros; pero mi tío, que era terco, pensó: He visto en mi mente el tesoro donde naufragamos. Yo sabía que no lo iba a encontrar. No encontró el tesoro, se quedó decepcionado, ya que llegó a Inglaterra sin un duro en el bolsillo. Hoy en día, los Hasting, viven con poco dinero y creen que en el futuro sobrevivirán.
Pío Baroja: La busca
1 comentario:
Nota: 5
Publicar un comentario