lunes, 31 de enero de 2011

Daniela Franquiz Santana 2 C Una de piratas

Los piratas que estábamos sentados nos fuimos incorporando recelosos, mirábamos a Silver a ver si su cara denotaba preocupación, pero en ésta no asomaba ninguna reacción.
Continuamos nuestro camino a través del silencioso y tupido bosque, todavía quedaba mucho camino para llegar al Acantilado Del Muerto. Ese era el lugar en el que el mapa señalaba el sitio en el que se encontraba el tesoro…

- Calla calla: dijo Merry ¿no oyes pasos?

- ¡Sí, sí, escucho cómo se aproxima alguien!

- No sé quien puede ser, deberíamos escondernos. Dijo el pirata del parche en el ojo.

- ¡Vamos, no puede ser que unos piratas tengan miedo! -Dijo el recién llegado.

Todos nos quedamos estupefactos, teníamos frente a nosotros al malvado Flint, el temible pirata de la pata de palo.

- No temáis, no me voy a comer a nadie, ¡de momento! Sólo quiero ir con vosotros hasta el Acantilado Del Muerto, pues yo también quiero una parte de ese tesoro.

Los piratas nos miramos unos a otros, sabíamos que si le contradecíamos, aunque nosotros éramos más numerosos Flint era capaz de acabar con todos, así que para no tener problemas asentimos en el trato, y nos dirigimos todos en busca del tesoro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 6