sábado, 6 de noviembre de 2010

Carla Santos Glez .2.C Me gustan los baifos

   Había una vez una pequeña granja en el islote los Lobos en la que habitaban muchos baifos.
   Todos los habitantes estaban acostumbrados a convivir junto a ellos, todos menos un niño llamado Antonio.
   Antonio era un niño tímido y perezoso, apenas salía de su casa. Muchas de las razones eran por su miedo a los baifos.
   Un día, Marcos el más machango de los amigos, decidió gastarle una broma pesada, tenía pensado llevarle hacia los baifos de forma en que él no se diera cuenta.
   Esa misma noche, fue a buscar a Antonio para decirle que le acompañara a cazar bichos. Cuando llegaron al lugar para desarrollar esta actividad, Marcos le ató una cinta alrededor de los ojos diciéndole que era una sorpresa. Le cogío la mano y dijo: toca esto Antonio. Antonio lo tocó y como sintió que era peludito le gustó. Y dijo:

- ¡Ños, qué peludito!
   Al gustarle tanto aquel animalito decidió quitarse la venda y cuando vió que era un baifo se asustó tanto que se tropezó con un pedrolo y se cayó, entonces el baifo se acercó a él y le lamió la cara. Marcos, al ver como se ríia se acercó y le dijo:

   -¡Qué tolete eres. ¿Tú no le tenías miedo a los baifos? Mientras se comía un durazno.
   Antonio le respondió:

   - Ahora no, ¡este baifo tan alpispa se va a llamar Daniel!
   Y se fueron juntos con el baifo Daniel a casa de Antonio.
   Cuando Antonio llegó a su casa le dijo a su madre:

   -¡Mamá! ¡ya me gustan los baifos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota: 5