martes, 17 de enero de 2012

MANUAL DEL CUENTACUENTOS


1.     MANUAL DEL CUENTACUENTOS
Te presentamos un proyecto para este trimestre. Vas a aprender a contar cuentos.
El «arte de narrar» casi es un oficio olvidado. Nosotros vamos a desempolvarlo, lo vamos a pulir y a sacarle algunos brillos. El objetivo es que descubras el placer de narrar, de saber contar cosas..., esta vez cuentos, y de poner de manifiesto todo lo que la voz tiene de descono­cido; vamos a darnos cuenta de sus colores, de sus formas, de sus ritmos y expresiones, y a pasarlo bien con este pequeño o gran descubrimiento de:
2.     ¿QUÉ ES UN CUENTACUENTOS? 
Un cuentacuentos es un sabio del lenguaje, un sabio de las palabras, de la entonación de la voz, del ritmo, del gesto, y un gran entusiasta de las historias y de la imaginación.
El cuentacuentos quiere divertir a los otros, entretenerlos y comunicarse con ellos. Necesita de un auditorio, de un público que lo escuche y al que ha de mantener atento. El juego de la sorpresa, de la expectación, de la intriga, lo ha de saber manejar; su público se ha de entusias­mar. Así que él es el primero que ha de ser entusiasta y creer en lo que dice.
Tú vas a ser el gran protagonista, vas a ejercer de cuentacuentos y contarás tan bien tu cuento que dejarás boquiabierto a tu público, o por lo menos lo vas a intentar.
Narrar es una actividad del lenguaje.
Significa contar cosas, sucesos, acontecimientos...
El cuento se ha hecho para ser contado, por eso vamos a practicar el lenguaje de contar cuentos.
Como cuentacuentos aprenderás a:

§       Expresarte y comunicarte
§       Enriquecer tu vocabulario
§       Desarrollar tu imaginación
§       Utilizar tu voz con toda su expresividad y matices

3.     ADAPTACIÓN
Como cuentacuentos, vas a tener que hacer un trabajo de adaptación.
El cuento sobre el que vas a trabajar para empezar, es un cuento escrito; tú has de adecuar este cuento escrito a un lenguaje oral, pues te vas a expresar oralmente, y teniendo en cuenta al grupo de personas que te va a escuchar. Por consiguiente, tienes que resolver un primer problema, has de pensar en un narrador, que se ha de adaptar teniendo presente estas tres cuestiones:
§       ¿Cómo es el cuento que has escogido?
§       ¿Cómo te gustaría contarlo a ti?
§       ¿A qué público se lo vas a contar?

4.     NARRADOR
Tendrás que escoger el tipo de narrador que quieres ser, haciéndote un estilo, una forma de narrar, y adaptándote al tipo de cuento escogido y al público que te espera.
Poco a poco irás descubriendo y resolviendo todas estas cuestiones.
Quizás te sugieran alguna idea estos tipos de narrador que te señalamos a continuación:
·            Si el cuento escogido tiene una tradición popular, es un viejo cuento que ha durado a través de los años, tu estilo se podría adecuar a ese narrador que se sentaba al calor de la lumbre y que dejaba perplejos a grandes y chicos con el hilo de sus historias. (Un viejo narrador, al estilo de nuestros abuelos.)
·            Quizás tu cuento precise de un narrador gracioso, con aire irónico o burlesco que cuenta la historia con cierto sarcasmo o burla graciosa, como una especie de bufón simpático, que divierte con su manera de decir las cosas. (Narrador cómico.)
·            Tal vez el cuento que has escogido se presta a un narrador misterioso, que quiere darnos miedo o intrigarnos, contando la historia con tono secreto, casi a hurtadillas, manteniendo en vilo y en emoción constante a su auditorio. (Narrador misterioso.)
·            Puede ser que te guste contar el cuento con un toque mágico, como duende salido de algún bosque escondido, o como mago que, al levantar su maravilloso sombrero de copa, sorprende con la ilusión de sus historias. (Narrador mágico.)
·            También te podría servir un narrador a modo de juglar, de esos hombres de la Edad Media que iban de plaza en plaza y a los que la gente salía al encuentro, juglares que se hicieron famosos por su arte de saber decir y contar. (Narrador juglar.)
·            Podría ocurrírsete ser un narrador insólito, de otro planeta o de otra galaxia, a modo de un marciano cuentacuentos.
·            O, sin más, tu cuento puede que lo cuentes como tú mismo eres, con las impresiones que te ha sugerido su lectura, con tu estilo propio; tú, Juan, Luis o Carmen, como narrador.
Puedes ser un personaje de tu cuento y convertirte en el narrador protagonista, que cuenta la historia.
Todo es cuestión de que pienses cómo es tu cuento, y de escoger el tipo de narrador, la forma de narrar que crees que va a comunicar mejor tu historia.
§       Relee tu cuento con estos datos y escoge a tu narrador.
§       Este primer paso es muy importante, pues todos los siguientes estarán condicionados por él.

Para saber contar cuentos, para llegar a ser un cuentacuentos, necesitas una buena caja de herramientas. Has de conseguir que tu voz y tus palabras sean capaces de expresar, de intere­sar y de conmover. Contar un cuento es como una función de circo o de magia, una sorpresa con muchas luces de colores; es corno saber proyectar películas dentro de la cabeza de nuestros oyentes.
O sea, que, aparte de saber leer, cosa que presuponemos, tienes que ser expresivo, y para conseguirlo debes tener en cuenta todas estas cosas que te ponemos a continuación:

5.     LA ENTONACIÓN
Aunque no lo creas, cuando hablamos hacemos un poquito de música, subimos las palabras a una línea musical que baja, sube, baja, se queda como suspendida...
Son lo que llamamos inflexiones de la voz, y las realizas habitualmente.
Así, tú usas las inflexiones de tu voz de forma distinta cuando haces una pregunta, o cuando afirmas algo, o cuando das una orden, o te sorprendes por algo.
Ésa es la entonación habitual, que todos estamos obligados a hacer para que se nos entienda bien. Pero el cuentacuentos tiene que ir más lejos y conseguir que su voz sea flexible llena de tonos y matices, de colores. Sólo así podremos abrir la puerta de la masía para nuestros oyentes.
6.     EL RITMO
Junto con la entonación y muy unido a ella está el ritmo de las palabras, de las frases. Ese ritmo viene dado por la velocidad con que hablamos (lento, rápido) y por la duración (largo, breve). Es como si a las palabras les gustara seguir movimientos lentos y suaves como valses, rápidos y alegres como polkas o endiablados rocks. Además estos movimientos de ritmos los alternan y combinan de muchas formas.
Seguramente tú conoces gente que habla despacio, alargando las palabras; otras de ritmo rápido, que parece que hablen a borbotones, casi empujando las palabras. Todos, casi sin darnos cuenta, estamos utilizando distintos ritmos de nuestra voz, según lo que queremos expresar.
7.     LA PAUSA
Dentro del ritmo debes de manejar también otra herramienta indispensable, la pausa. Cuan­do contamos algo y queremos interesar de verdad al que nos escucha, hacemos pausas, para­rnos por unos instantes nuestra historia con algún silencio, con una pausa. Para un cuenta­cuentos, el saber hacer pausas en el momento justo es importantísimo. Debes saber que la pausa da entrada a los diversos personajes, aumenta la expectación del relato, crea intriga, concentra la atención del público en seguir escuchando.
Vamos a escoger tres tipos de pausas:
Pausa «acecho»
Se trata de hacer pausas en aquellos trozos de la narración en donde haya mucha intriga, como si acechara algún peligro. Tú como narrador, a la hora de narrar esa intriga, deberás hacer las pausas en los momentos más emocionantes.
Pausa «desconcierto»
Ante cosas desconocidas, capaces de asombrar, sorprender y desconcertar podemos utilizar este tipo de pausa, para mantener la expectación de nuestro público.
Pausa «reposo»
Éste es un tipo de pausa que va unida al ritmo de la narración. Después de momentos de mucha acción, de tensión, de narración con ritmo rápido, es necesario detenerse, hacer la pausa. De esta forma se puede asimilar mejor lo que se cuenta y se crea un momento de mucha emoción.
8.     EL VOLUMEN  
Sería tonto explicarte lo que es. A veces pones la tele o el magnetofón demasiado alto y tu madre: “¡Niñooo!”, o “¡Niñaaaa!” Pues el volumen es otra de las herramientas del cuentacuentos. Hay situaciones en las que hay que narrar en voz baja; en otras, el sentido de lo que se te cuenta pide “subir el volumen”.
¿Cuándo subimos la voz?
     Ante una situación de sorpresa.
     Cuando queremos atemorizar a alguien.
     Para llamar o hacer alguna advertencia.
     Cuando damos una orden.
     Para expresar un momento de mucha acción.
     Cuando habla un personaje importante, o un personaje de “grandes» dimensiones”.
     Para expresar la rabia, la violencia, la furia, el enfado...
¿Cuándo bajamos la voz?
     Para contar algún secreto.
     Cuando queremos hablar de algo íntimo.
     Ante una situación de peligro, de intriga, de mucha emoción...
     Cuando caracterizamos a algún personaje de “pequeñas» dimensiones”.

9.     ESTRUCTURA
En la estructura de un cuento hay tres partes:
Introducción:

Hay una forma de empezar:
Érase que se era...
Hace mucho tiempo...
Se presenta a los personajes, se dice algo de ellos.

Nudo
Los personajes entran en ACCIÓN, les empiezan a pasar cosas que cada vez se van complicando más.
Hay un momento de más emoción.
Luego se van solucionando las cosas, hasta llegar al desenlace final.
Desenlace
Es el final de la historia, del cuento.
Se sabe ya cómo terminó todo.
Fin.

10.  LOS ARREGLOS DEL CUENTO
AL principio de todo, te decíamos que tendrías que hacer un trabajo de adaptación (ya adap­taste un tipo de narrador).
Ahora te toca adaptar el lenguaje escrito del cuento a un lenguaje oral.
Tienes que hacer unos arreglos, para poder contarlo, unos buenos arreglos. Puedes cambiar cosas.
-   Si tu cuento es muy largo, puedes quitar algún trozo que no sea muy importante, para no aburrir al público.
-   Puedes alargar un trozo que pienses que es más divertido y que creas que le puede gustar más al público.
-   Tendrás que poner expresiones en estilo directo.
-   Si tu cuento es para pequeños, te vendrá bien usar onomatopeyas: el tic-tac, ¡booom!, ¡cras!, ¡atchis!, ñam, ñam...
-   Las palabras difíciles las tendrás que cambiar por otras que sean más fáciles de comprender.
Como ves, hay que pensar en todas estas cosas.
11.  EL ESQUELETO DE TU CUENTO
Y ya hemos llegado al final de todas las anotaciones del cuentacuentos. Haz el esqueleto de tu cuento:
§       Título del cuento escogido.
§       TIPO DE NARRADOR que has escogido ser.
§       FORMA con la que «abres el cuento».
§       ESTRUCTURA DEL CUENTO:
§       introducción
§       nudo
§       desenlace
§       ARREGLOS que haces:
§       cosas que quitas
§       cosas que pones
§       otros cambios


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