El yanqui y mi tío se repartieron el dinero, y a cada uno le tocó más de cien mil duros; pero mi tío, que era terco, volvió al lugar del naufragio, y entonces ya debió de encontrar el tesoro, porque llegó a Inglaterra con una fortuna colosal. PIO BAROJA: La busca
El yanqui y mi tío se repartieron el dinero con un gran sonrisa en sus caras, era normal, les tocó más de cien mil duros a cada uno. Pero mi tío, que era muy terco, y que siempre pensaba en ganar más, y ponerse sus propias metas, volvió al lugar del naufragio, y entonces, ya debió encontrar el tesoro, porque llegó a Inglaterra con una fortuna colosal. Cuando llegó, se sintió orgulloso de sí mismo, y aún yo me siento orgulloso de él.
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