jueves, 12 de abril de 2012

Noelia Adrián González 2ºA La Busca

En este segundo viaje sacaron dos cajas pesadísimas y grandes: una llena de lingotes de plata; y la otra con onzas mejicanas. El yanqui que era muy ambicioso cogió las dos cajas y las colocó en un barco cerca de allí y se fue con ellas a una isla no muy conocida, pero mi tío se dio cuenta y enseguida le persiguió con su barco. En medio del camino hacia la isla, el yanqui se dio cuenta de que mi tío le estaba persiguiendo, así que de repente le vino una idea, mi tío no sabía cuál era hasta que luego el yanqui la realizo; era que en el barco en donde se encontraba el yanqui había una pequeña barquita de remos, el yanqui colocó las dos cajas en esa barquita y empezó a dirigirse hacia un lugar cerca de allí. Mi tío al no saber lo que el yanqui había hecho se subió al barco por un cabo que estaba colgando por un lado y por el otro sujeto a un mástil. Cuando subía por ese cabo se dio cuenta de lo que había hecho el yanqui, intentó alcanzarlo pero ya era tarde porque estaba muy lejos de allí.
Mi tío estuvo buscando al yanqui durante más o menos 5 años pero nunca lo pudo encontrar, hasta que un día descansado en una hamaca que había comprado en su larga búsqueda por el mundo, lo vio. Mi tío al principio pensaba que era una alucinación, no se lo creía pero aun así fue corriendo hacia él en busca de lo que tanto deseaba: las cajas de lingotes de plata y onzas mejicanas. Cuando llegó hasta allí se dio cuenta de que no era una simple alucinación, era verdad, estaba allí junto a él ,sin esperar ni un minuto mi tío le pidió el dinero que tanto había deseado tener en sus manos durante esos largos años.
El yanqui se los dio rápidamente sin protestar aunque durante esos años el yanqui se había gastado la mayor parte de esas cajas, pero a mi tío no le molestó. Después de ese día mi tío ha estado gastando las monedas que quedaban en esas cajas.

1 comentario:

Damián H. Estévez dijo...

Nota 6. Tuve que corregir algunos errores de redacción y faltas de ortografía.