domingo, 3 de octubre de 2010

Sergio Hernández Gutiérrez. Lo que me gusta y lo que no me gusta. 2º C


  Me gusta sentir lo que hay a mi alrededor, cerrar los ojos y percibir plenamente lo que me rodea, toda la belleza. Me gusta tener ganas de vivir. Me gusta esta vida, la que me ha tocado, con sus pros y sus contras, porque es la que me corresponde. Me gusta marcarme metas. Me gusta cumplirlas. Me gusta motivarme, sintiéndome pleno, y después volver a la realidad. Me encanta cuando intentan que no continúe, no sabiendo que yo siempre continúo. Me gusta (a veces) una vida informal, ya que no hay ninguna prueba que demuestre que la vida tiene que ser totalmente seria. Amo sentirme querido por la gente a la que quiero. Amo amar a mis progenitores. Amo a ese niño con pelos revueltos, esa imaginación y ese espíritu al que denomino mi hermano, Marco. Me gusta la gente transparente, sincera, con ganas de experimentar. Esas personas que viven y dejan vivir. Pero como preferencia máxima: que me valoren.  Me encantan el tipo de persona con la que te puedes estar horas y más horas hablando. Nunca me cansaré de hablar, de expresar lo que siento. Me encanta sentir ese balón naranja en mis manos, tocarlo, moverlo, divertirlo.  Amo 'mi' baloncesto. Amo ese deporte.  Me encanta cuando el rival me enfada, me motiva. Me encanta ganar, vencer, conquistar, dominar, triunfar; pero sobretodo jugar como deseo. Me gusta superar ese marcaje, llegar a ese balón, recuperar esa pelota, conseguir ese regate, meter esa bola. También me gusta escuchar una bella canción y poner todos mis sentidos en ella. Me gustan las canciones que expresan lo que siento. Me gusta tocar ese instrumento cordófono con forma de pera, que apodan guitarra. Amo sentirme influenciado por ese instrumento. Me encanta dominarlo y rasgearlo.  Pero no con las manos.  Con el alma. También me encanta ese otro artilugio con teclas blancas y negras que expresan melodías inimaginables. Mover los dedos cada vez a más velocidad, y no parar, nunca parar.
  
  No me gusta que me subestimen.  Que me digan que no puedo.  No me gusta esa gente con envidia, esas personas que no aprecian tu afán. No me gusta que me digan que algo es imposible y que después supriman el 'in' viendo hechos.  No me gusta nada me digan que no me esfuerce, que no voy a conseguirlo, que '¿para qué?';  si no te esfuerzas al máximo, ¿cómo sabrás donde esta tu límite?.  No me agrada no conseguir lo que me propongo, mis prioridades. No me gusta que me pidan más cuando digo: '¡basta!'.  No me gusta la leche de vaca, las pizzas con aceitunas negras,  el pan blando, la comida muy caliente, ni muy fría. No comparto que el plato esté tan lleno que no pueda ni implantar la cuchara.  Tampoco me gustan los vasos saturados a los que no puedes acercar el rostro. No me gusta que fumen a mi lado, ni que griten; aunque no lo parezca, soy muy tranquilo. No me gusta que perturben mi intimidad. No me gusta esa alma que solo por ser estupenda, guay, sensacional, genial, magnífica, demasiado o una fenómeno se dediquen a fumar, insultar o burlarse de una persona, beber alcohol, gritar o perturbar la paz de los demás.
No me gusta nada que me planteen cosas ridículas, problemas ilógicos, sin propiedad alguna.  No me gusta ser perfecto. Tampoco inútil. No me gustan los tramposos.  Los que quieren conseguir algo sin esfuerzo. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nota 9